La luna nueva volvió
a la noche de los silencios ignorados.
Regreso con el
acento que ilumina el desvelo.
Escudriña lo
recóndito de cada bestia
que deambula perdida
en quimeras
evocando su esencia,
acechada, no compartidas con el albor.
Diosa de seres elementales.
Diosa de los sentimentales
y desahuciados
que requieren de
tú gélido ardor para florecer
en una oscura tintura
de acasos.
Como gozo en la oscuridad.
Derramo la
plenitud de lo puro y básico,
Sin batallas
consagradas de la cotidianidad.
Sin precisar
indago en la herencia misma de la naturaleza.
Broto en las
pasiones originales
del tocar y
sollozar.
Ella con su tinte
nos hace puros,
sin humanidad.
Bebo del placer
de la muerte y de la vida
en la soberanía
de lo esencial
lo admirable de
las fieras
que no tiene
humanidad
Sus príncipes
bastardos, el miedo y el desazón
campean en el feudo
de lo innecesario
aullando
fieramente a la tiranía de la luz
que da un
cometido a todos sin enlazarse con la creación
Pero tú, nada
sabes de tus siervos,
solo los
envuelves en cada ciclo
los alumbras
para que sean ellos.
Los de tinte
blanquecino y pupilas cerradas
La luna nueva
volvió a la noche de los silencios ignorados.
Regreso con el
acento que ilumina el desvelo.
lola
No hay comentarios:
Publicar un comentario