La ultima
jornada de la semana.
El calor nos da
un respiro,
cogemos aliento
para terminar el día.
Los peregrinos
de la luz buscan el sol,
la luz para
inundar su espíritu.
Yo los miro…..
y veo su danza
monótona,
con sus prisas,
con su ritmo insulso
y cotidiano.
Esa vida que me
empuja
a seguir cada
mañana
y no es la mía,
no tiene mi
sinfonía.
Y sólo fluyo en
su galería
de emociones y tiempos acabados
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