Yo y mi subconsciente
Cada momento lucho
contra el nerviosismo inocente
que se ocultaba debajo del lecho
y se exaspera cuando
tengo que vivir las horas
Ya no late el corazón
con polvo de cristal
ya no se inunda la sangre con puñales,
solo late y aguarda al olvido
Porque la conocí sin conocerla
en palacios imaginativos
como pasa con las cosas
prohibidas de la adolescencia
Y me inculpo
de las sensaciones ilusorias,
de mis hambres,
de todas las irrealidades
de hacer loza y venerarla
En la realidad la verdad
se produce por los deseos
más ocultos del inconsciente
Maravillosa, Lola.
ResponderEliminarmuy profunda y bella
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