Cada noche es un final
pero ayer fue el
último.
Sin más alboradas,
sin la luna.
que me extenúan por
especular.
El reflejo mio
encarnizado de la tortura
con el placer equívoco
de no entender.
De no ser y no poder estar.
Me canse de
los pasos de la voluntad
del desconcierto,
de la distancia del universo,
del gentío y de mi semblante
frente al espejo.
Mis pasos cruzan
el umbral de la sombra,
se separan del mundo
del ruido, de la palabra.
¿Por qué huyo al vértigo, al vacío?
Vuelvo a mi hueco oscuro,
de salinas, de púrpuras y de deleites.
Deje un pliego de
gratitudes
fume en la noche, mi último cigarro.
Meticulosamente elaboré el ritual.
Sin pensar, sentía el alivio, del por fin.
Y cerré los ojos e imaginaba
fume en la noche, mi último cigarro.
Meticulosamente elaboré el ritual.
Sin pensar, sentía el alivio, del por fin.
Y cerré los ojos e imaginaba
que todo término.
Con reflexión, sin aplausos,
Con reflexión, sin aplausos,
sin agitación
El telón bajo mi representación.
Pero hoy me reía,
ni eso sale bien.
Ni esa ambición se consuma.
La mañana es húmeda y sin sol
Pero conmigo aquí.
Quería acabar sin dolor
dormida, sin ecos, sin nadie.
Ahora tengo un nuevo fracaso
con frio y agobio, y sin saber que hacer
El telón bajo mi representación.
Pero hoy me reía,
ni eso sale bien.
Ni esa ambición se consuma.
La mañana es húmeda y sin sol
Pero conmigo aquí.
Quería acabar sin dolor
dormida, sin ecos, sin nadie.
Ahora tengo un nuevo fracaso
con frio y agobio, y sin saber que hacer