Los errores
no se niegan,
se asumen;
La tristeza no se llora,se supera
Y el amor no se grita,se demuestra.
Sé fuerte para que nadie,te derrote,
Sé noble para que nadie te humille,
Sé humilde para que nadie te ofenda
Y sigue siendo tú Para que nadie te olvide

viernes, 1 de julio de 2016

DE COSAS DE MAYORES


Asiento y deseo
conjeturo, resueno
humedezco a sentirte

Ansió si no arribas
llegas y resaltas
y vuelta a empezar



En el garbo habitas





Capacidad ser yo
dar significado al afecto
sin descuidar
sino coincidiendo

En el garbo habitas
y en las sombras,
en las caricias
de los recuerdos

Te quiero
que es más, que leerlo
Te amo, por encima de vocablos

Te adoro

nadarás en tu imaginación



Cada mañana se crea la luz
las cenizas amontonadas
de la noche gesta el mañana

Si es tu naturaleza estar contento
nadarás en tu imaginación
y te posarás en todas partes
con ilusión y coraje




la vida del revés




“Reconocer lo que no se puede “concebir”
es una manera de desgranar al control
y perdurar en la armonía hasta que una
comprensión indudable prospere.
Esto es concebir la vida del revés.”


A veces no llegamos a entender algunas cosas. No porque no puedan ser explicadas, sino que es tan grande el nivel de saturación de la mente que simplemente queda viciada y le impiden abrirse a otros ordenes de la inteligencia.No saber, es dejarse alcanzar por la vincularidad unitiva de la vida y fluir dentro de ella. La comprensión necesaria florecerá a su tiempo.

No hay que sentir desasosiego si el calor nos impide salir a la calle



No hay que sentir desasosiego si el calor nos impide salir a la calle para exhibir algunas de las personalidades con las que disfrazamos nuestra identidad. Siempre podremos quedarnos agazapados en un sillón, en el rincón más remoto y fresquito de la casa, para entregarnos a descubrir al fingidor capaz de desdoblarse en infinidad de “otros” con tal de que no lo reconozcan. Podemos entretenernos con quien tiene la misma afinidad a diluirse en diferentes identidades, desde la más oscura y proclive al paganismo hasta la más íntima y semejante a la que hemos aspirado ser, en esa búsqueda de “ser plural, como el Universo”. Podemos, en definitiva, pasar el verano con Fernando Pessoa, ese alma desconfiada que buscaba el anonimato escondiéndose detrás de sus heterónimos y, a pesar de todo, acabar siendo una figura capital de la literatura portuguesa. Podemos abanicarnos con sus escritos y sus poemas para reconciliarnos con la paradoja de vivir una época calcinada por el infierno mercantil de la sinrazón utilitaria