Los errores
no se niegan,
se asumen;
La tristeza no se llora,se supera
Y el amor no se grita,se demuestra.
Sé fuerte para que nadie,te derrote,
Sé noble para que nadie te humille,
Sé humilde para que nadie te ofenda
Y sigue siendo tú Para que nadie te olvide

sábado, 5 de mayo de 2012

Del hombre occidental


Sobre las rocas acechan



Sobre  las rocas acechan
su quehacer, es su razón.
En medio  de la tierra
en medio del mar.

Bañadas en la profundidad
vislumbran el horizonte
peinado sus cabellos
con peines de diamante.

Las sirenas acechan
a sus marineros,
que arrullar su cantar
que embelesa su moral

Miran al horizonte
del océano y del ocaso
es su cometido
cantar y cantar.

lola





Un canto melodioso e irresistible
En la mitología griega, las sirenas viven en una isla del Mediterráneo. Su canto es tan bello que los marinos que las escuchan no pueden resistírseles y dirigen sus naves contra los arrecifes. 
A las sirenas se las describe con frecuencia asomándose a la superficie del agua, o sentadas en una roca, peinándose su largo y rubio cabello con una mano y un espejo en la otra. Posteriormente, las sirenas pasaron a ser consideradas divinidades del más allá, y se suponía que cantaban para los bienaventurados en las Islas Afortunadas. Fue así como pasaron a representar las armonías
Las Nereidas habitan en el Mar Mediterráneo, y cada una de ellas representa una de las formas de este mar. Por ejemplo, Talía es la sirena verde, y Glaucea, la azul. Dinamenea simboliza el vaivén de las olas, y Cimodaré, la calma. Una de las Nereidas, Anfitrite, fue amante de Poseidón y madre de los Tritones. Las Nereidas protegían a los barcos, y no cantaban para atraer a los marinos, sino para complacer a su padre. Los antiguos describieron a las Nereidas con el cuerpo cubierto de escamas y formas de pez. A partir de aquí, el mito de la Sirena fue creciendo por todo el mundo como las ondas en la superficie calma del agua...



No te crié para verte vivir con miedo


Es un buen día para conquistar

Hoy inauguramos el revivir
Desciende de tu arcaica cama
y escucha el vocablo que te apoda.
Es una buena jornada para gozar.

Permite que el sol te mime
que tu piel abrigue
el brillo de su toque,
saborea el encanto de su albor.
Que nunca llegue la oscuridad.







Es un buen día para conquistar
se hace más factible suspirar.
Prescinde de todo y déjate trasladar
a todo lo valioso que pueda germinar.

Nada merece ser tradicional
Hoy para ti, todo es particular
con un dulce toque de magia
el deleite todo lo revelara.








Hoy es un buen día para empezar
lejos en tu refugio podre planear.
El día de hoy nunca lo quiero olvidar
pues, un día como hoy empecé arrullar.




Lola









Tu vida es como un libro


El caballo que engalana a la princesa


 La Mujer que venera
al caballo de poniente
iremos a ver.
Que la luna tiene
ya cara de mujer.

Caballo que corres
por la pradera,
imitas que paseas
pero navegas  sobre
nubes de quimeras.


Caballo espléndido
que marchas y vagabundeas.
Con esos ojos negros
que engalanan a la princesa.

El viento lleva las guías
las ganas de  primavera.
Hoy puede ser el principio
que  sostengan  mis riendas.
 lola

TODO ES RELATIVO


Las ninfas



Las ninfas son seres fascinantes
esencia mágica del alba.
Te tientan con sus alas
la chispa de tus pasiones.

Nativas de la naturaleza
germinan dentro de su ramaje.
La fragancia innata
del espíritu que anida en el bosque.

Cuerpo de hembra
de colosal atractivo y encanto,
tienen su propio vocablo
perpetuo   y  delicado.





Inteligentes y primorosas
las ninfas sólo habitan
en parajes  arcanos
tan bellos  como delicados.

Las ninfas  repelen
lo perverso y la bajeza
son seres legendarios,
surgidos del ambiente
de los bosques, ríos y océanos

lola

lunes, 30 de abril de 2012

Dos monedas de plata




                                                                                                           La barca aguarda
                                                                                                           el caudal del río.
                                                                                                          Con las prebendas
de ricos manjares,
con dos monedas
de plata y al remero

Su semblante espera
a sus sentidos.
Ansía lo duradero.
Busca la otra orilla.
Codicia  el dar estreno
 a su éxodo.
 Empezar a flotar
en el reguero
de los sentimiento.
Con el corazón colmado
de pasiones impedidas
y escarbar hacia lo eterno