Desde
el interior veo la realidad
de una
ciudad vacía
con destellos
imperecederos
Desde
el cristal reconozco el caos
en pliegues
de sigilos que se perfilan
que
se suspenden
en apegos
de labios incorpóreos
Desde
aquí dentro
me abandono
a la monotonía
del
náufrago del desconcierto
Vivo
la incoherencia de las esquinas
que desaparecen
suspirando
sobre
losas y arrastran al contexto
de
cementerios recién mojados
Que intenso.
ResponderEliminarFascinante.